Verona, ciudad de historia y encanto
Verona aún conserva las huellas de su glorioso pasado romano. La estructura de la ciudad sigue la original del siglo I a.C., y muchas de las calles actuales son las que se trazaron en la época romana. La influencia de la antigüedad es visible no solo en los restos monumentales como la Arena, el Teatro Romano y los puentes, sino también en la arquitectura de las épocas posteriores. Basta con observar las puertas monumentales de Sanmicheli para captar la inspiración de los arcos de la Arena.
Verona también tiene un alma veneciana, que se refleja en sus balcones perforados, en las elegantes ventanas y en las estrechas callejuelas que recuerdan a la Serenísima.
Qué ver en un día en Verona
Si llegas desde Verona Sur, la estación de tren o el aeropuerto, en pocos minutos puedes llegar a Piazza Bra, el corazón de la ciudad. Esta plaza irregular encierra siglos de historia: a lo largo del Liston, los edificios con pórticos albergan elegantes cafeterías y restaurantes. En el lado opuesto se encuentra el neoclásico Palazzo Barbieri, hoy sede del ayuntamiento.
Junto a las murallas medievales se encuentra la Gran Guardia, hoy utilizada para exposiciones y eventos. Y, por último, el símbolo de Verona: la Arena. La visita a la Arena es muy recomendable para admirar la majestuosidad de su interior y respirar el ambiente de los espectáculos que todavía hoy se llevan a cabo aquí.
También en la Piazza Bra se encuentra el Museo Lapidario, con una extraordinaria colección de inscripciones y objetos antiguos de las épocas etrusca, griega y romana.
Hacia el corazón medieval de Verona
Recorriendo Via Mazzini, la calle comercial, se llega a Piazza Erbe, la histórica plaza del mercado, rodeada de edificios con frescos como las Casas Mazzanti, el suntuoso Palazzo Maffei, la Torre del Gardello, el Palazzo del Comune y la Domus Mercatorum.
A pocos pasos se encuentran el sugerente patio del Mercato Vecchio, la elegante Piazza dei Signori y las imponentes Arche Scaligere, tumbas monumentales de la familia Della Scala. Para disfrutar de una vista panorámica de la ciudad, puedes subir a la Torre dei Lamberti, de 83 metros de altura.
No muy lejos, a lo largo de Via Cappello, se encuentra la Casa de Julieta, un hermoso ejemplo de arquitectura medieval. Continuando, se encuentran los restos de la Porta Romana dei Leoni y, frente al río Adigio, una de las iglesias más bellas de Verona: San Fermo Maggiore, con su extraordinario techo de madera y frescos de gran valor artístico.
Caminando a lo largo del Adigio, se llega a la zona del Teatro Romano y del Puente Pietra. No muy lejos se encuentra el complejo de la Catedral, al que también se puede llegar a través de pintorescas y tranquilas calles, flanqueadas por casas con frescos y balcones finamente decorados.
Información
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